jueves, 18 de octubre de 2007

Boca Sangrante


Fue una visión crepuscular, aquella escena febril que no olvido y que aún se mantiene incólume, como si la conciencia derrotara al tiempo que es el único remedio del olvido. Traías un pasmoso souvenir por obsequio, que me entregaste mientras tu vida se escapaba por tu boca a chorros de sangre, negaste en un comienzo el cierto realismo de lo sucedido pero poco a poco asumiste que la muerte de nuestra unión sería ineludible, que ya no habrían lazos de amor ni sexo capaces de solapar los sentimientos preñados......no escondí mi sufrimiento de pérdida ni el sentimiento de dignidad, me comporte como un niño de actitud cambiante, vacilante, pero comprendí, si bien no de inmediato, que ya se había derramado demasiada sangre entre nuestros rostros.

Ahora ya tu muerte es un recuerdo, y así como todos los recuerdos, no pasas de ser una escena fantasmagórica carente de realidad, inexistente, fría y surreal, que cambia insondablemente por obra mágica del subconsciente incontrolable de la mente. Del bruto estado físico te fuiste caminando lentamente al universo aparente de los estados cuánticos que mis sentidos no alcanzan a presenciar, sin embargo no creo pueda olvidar la bruma crepuscular que solo dejaba presenciar el escarlata lustroso de tu boca sangrante.

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